
Hay días para todo,
unos sirven para tamizar
los recuerdos que no vendrán,
aquellos que no se borrarán.
Hay días blancos,
lindos y claros,
pero vacíos de toda emoción.
Hay días teñidos de penas,
technicolor de la mente y el corazón.
Hay días de explosión,
días abrumadores de tanto color.
Hay días para todo.
Sólo hay que preguntar a tu corazón
si quiere uno u otro color.
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