jueves, 10 de julio de 2008

La gata y las estrellas


Esa dulce gata,
estaba oculta
tras el ventanal,
esperando
el momento oportuno
para saltar
y poder atrapar
una de aquellas estrellas
que lucían encima de la mar.

Las estrellas
de esa noche estelada,
cantaban para poderla bañar
en púrpura blanca
y así vestirla y adornar
para que su amado
quisiera con ella estar
hasta el fin de lo días,
hasta la eternidad.

Gatita, dulce gatita,
que lo único que quieres es amar.
Sal de tu escondite,
no hace falta que saltes,
nosotras te vamos a regalar
eso que tanto ansias
y que son tus ganas de volar en libertad.

La gata aceptó
y se dejó tocar
por una estrella
que bajó
de esa cúpula estelar,
para posarse
en su hermoso pelaje.

La gata ya estaba contenta,
ahora se sentía una estrella más.

¡Oh, gata!
Qué bien luces
debajo del alar
de ese tejado,
que es tuyo, mío
y del mar.

Antonio, gracias por este gran regalo:

eránse una vez que se eran
una gata y una loba.
la loba, no era boba
y la gata no es que latín supiera ,
la gata sabía keniata.
una aullaba a la luna
ilusionada por un amor
que aquel cuerpo celeste
le buscase con fortuna
la gata, pide a las estrellas
que un amor le proporcionen
solicitándolo a casiopea
y al resto de constelaciones
la gata y la loba esperan comentando
cómo será ese amor
que tanto llevan esperando
y de tanto comentar
y de tanto espera juntas
las dos se hicieron amigas
y sin darse ellas cuenta
una en la otra confía
como si ambas fueran ciegas
y se hablan y se dicen
que aunque no llegue el amor
esa amistad que ha surgido
hace bueno cada error
que les llevó al firmamento
pedir un nuevo amor.


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