martes, 31 de marzo de 2009

Debería ser

Debería corromper esa tarde blanquecina
que aturde las esencias
que me forman y me deforman,
convirtiendo
el cristal opaco en el que me reflejo,
en la fuente donde los besos
secan las humedecidas ansias
de los sentimientos perpétuos
que convierten a los seres en cautivos e idenfensos.

Debería corromper
todo aquello que enturbie
mi nuevo mañana,
que me forma y me deforma...
sólo debería ser.

Una única senda


Un pájaro negro perdido,
desde hoy,
empezando un nuevo recorrido,
entre valles espesos regados
por caudalosos manantiales
y cruzando extensas veredas
que nunca,
realmente,
llegaron a ser tales.

Emprende el camino
diferente,
teñido de nacarados rocíos
y de noches perpétuas
entre tan densa niebla.

Dos caminos con una única senda.
La buena,
la de la derecha,
la mala...
¿seguro que no era esa?

Indecisión entre el fuego y el frío
entre el alma pura
y un loco desvarío,
entre todo y nada...
¿aprendiste ya la jugada?

Un pájaro negro perdido,
desde hoy,
buscando de nuevo su nido
recorriendo el camino aprendido,
perdiéndose,
entre neblinas y mares ingentes
que nunca,
realmente,
(ya sabes)
llegaron a ser tales.