viernes, 25 de julio de 2008

Entre fuegos y llamas


Como en guerra santa,
En nombre de Dios
Y de toda su estampa,
Pecamos una vez más
Elevándonos a la máxima locura
Por caer en la más ardiente trampa,
Marcada por nuestras obtusas almas
Unidas en infernal danza
Teniendo por único estandarte
Tu bravo mástil
Que entierra su mitad
Como afilada arma que me parte.

Como animales salvajes
Marcados por el hambre insaciable
De nuestras profundas simas
En ebullición y derrame constante,
Buscamos el agónico placer
De la Santa Cruzada
Hallándonos como gladiadores
Cuerpo a cuerpo
En interminables batallas
Y falsas muertes relatadas.

Abismos de pieles resquebrajadas
De tanto deseo, de tanta albada.
Sudores translúcidos y fríos,
Tormentas blancas y bravas,
Luchas encadenadas y rimadas
En cada nuevo eterno ocaso,
En cada entonado y jadeado canto.

Agua que abreva al Rapsoda,
Ahogado por la más árida sed,
Otorgándole la esencia de esa mujer
Que una vez vio perecer
Entre fuegos y llamas
Del más terrible Averno
Provocado por sus cuerpos
Enlazados en una única y profunda piel,
Llamada deseo... tal vez.

No hay comentarios: