lunes, 7 de julio de 2008

El tejado

Hoy,
me vuelvo a subir con mi soledad,
a ese tejado que iluminó la luna,
para que yo pudiera descansar.

Descansar de malos ratos pasados,
de historias maniqueadas,
de viajes nunca realizadas,
de vidas pasadas.

Hoy,
sola en mi tejado,
hago balance de todo lo pasado.
De lo nuevo que ha llegado,
de lo nuevo que ha marchado.

De nuevas experiencias,
de nuevos contratos,
de nuevas pérdidas
y de nuevos lazos.

Hoy,
conmigo misma,
hago balance de eso y todo más,
pienso que quizás me he equivocado,
que quizás demasiado he entregado,
que quizás demasiado he pensado.

Hoy,
el tejado no está iluminado,
la loba está sola,
hoy no conseguirá su sueño.

Hoy,
su tejado estará abandonado,
vacío de charlas, risas y descaro,
vacío de compañía y de los buenos ratos pasados.

Hoy es hoy,
mañana ya se verá,
así que no pasa nada.
Mañana,
ese tejado, de nuevo,
iluminado va a estar,
seguro.
Invitados están,
pero cierren la puerta al pasar,
que sinó, el gato se va a escapar.

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