Ojos brillantes,
que escudriñáis el horizonte,
¿Qué miráis picarones?
Ojos soñadores,
¿Acaso estáis llorando?
No, que vá,
tan sólo es el rocío de la mañana,
ese que tiene envidia de nuestro mirar.
Ojos brillantes,
mirada penetrante
que no se atreven a aguantar.
No cambiéis nunca,
si perdiera alguna vez esa mirada,
yo también perdería la razón,
ya que las dos formamos una
y no existe más explicación.
Gracias Antonio por escribir sobre ellos y por compartirlo conmigo y con todos.
Ahí va:
mirando tus ojos
y viendo tu mirar.
veo que en tu mirada
sólo se ve la verdad
mira por donde,
miraba sin ver
cuando me vi
diciendo ¿por qué?
porque a través de tu mirar
veo tu alma asomar.
con mirada tan sincera
no la puedes ocultar
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