
Ojalá, mi amor
que en esta impúber mañana
pudiera volar hasta tu ventana,
abrir mis vastas alas,
ser el aire caprichoso que se cuela entre tus entrañas
y así llenarte de suaves caricias sin que te despertaras.
Pintaría de sonrisas nuevas
todo el deseo que cubre tu piel
y lo atraparía en un dorado lienzo
teñido por el púrpura del amanecer.
Poder sentir junto a ti,
el acompasado rumor de las olas.
Y volver a descubrir, sin rubor
nuestros profundos pasos
sobre una candente arena
mojada por el rocío
donde una vez más,
dejamos una inmortal estela.
Ojalá, mi amor.
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