sábado, 20 de septiembre de 2008

No soy tuya


Tengo hambre
Y tu boca no saciante,
Me escupe a cada instante
Contra un muro infranqueable.
Densos son los flujos que me arrastran
Donde me aguarda
Como un lobo hambriento,
un abismo ciego en sentimientos
Y pleno de desconciertos obsoletos.
Entre la consumida caída
Resiste mi débil llamada
A tu incandescente cuerpo,
Ser etéreo y muerto,
Que me confunde y soporta,
durante breves instantes,
La líquida esencia que me parte.

No hay comentarios: