miércoles, 10 de septiembre de 2008

Deseante piel


Despunta la tenue mañana entre estremecidas comparsas,
Cantos susurrantes que despiertan al ser amante
Agotado y extenuado entre velos rasgados
Debido al fragor de la noche inacabable
Que canalizada entre afluentes y vestales,
Desaguó en batalla no violentada de diminutos titanes.

Consumada la lucha,
Iniciada la calma,
Se sacuden,
En postreras agitaciones
Los sentidos roces del alma.

Finiquitados por la carrera realizada
Germinan sedientos en la nueva vida
Los osados corceles en la más cruenta agonía
Deseando que la noche cómplice no cesara
Y que jamás llegara ese iniciante día.

Sangres manchadas de sales en el amanecer,
Muertes anheladas y relatadas una y otra vez,
Donde el ocaso del día transporta el fallecer
Del agonizante deseo en la carnosa tez
De esos corceles, de esos amantes piel contra piel.

No hay comentarios: