lunes, 27 de abril de 2009

En la soledad

En la soledad del fuego en el que nos quemábamos,
me estremezco,
me desdibujo lentamente
y me convierto en un gas denso
que se cuela por tus adentros
corrompiéndote en silente procesión,
sin que tú puedas,
ni quieras,
hacer nada.

Sangre de mi sangre,
muerte convertida de nuevo en vida
en un solo instante.

Deseo acongojante,
rio que destruye lo construido
entre nuestras párvulas naves.

Amor a contrapelo entre dos suicidas,
la vida y el duelo de la muerte disfrazada,
otra noche,
en pasión, llamarada
y fuego que no arde.

2 comentarios:

Paco Bailac dijo...

La soledad es aquella manifestación del humano que todos ocultamos y que algunos mimamos..
salud

pacobailacoach.blogspot.com

Rafael Castillo dijo...

Excelente poema y poesía que muerde en la llaga de un sentimiento hondo y sentido.
Tu poema me recuerda aspectos formales de clásicos como San Juan de la Cruz y Santa Teresa = amor divino disfrazado de humano en ellos; amor a flor de piel el tuyo...