Mi sombra silenciada
en la habitante morada
que es tu verbo,
quiere gritar,
demostrar que está viva,
que no está muerta,
no feneció su mágica esencia.
Toma la palabra obtusa que la forma,
está ahí,
acerca tu ciego oído a su sonoro silencio
y verás que sí,
está ahí,
latente dama éterea,
esperante calma que te acompaña.
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