Hoy,
Perece, entre verbos incompletos,
Un día nuevo en el desconsuelo,
Donde de forma siniestra,
aparecen sombras chinescas
Desvaneciéndose de forma juguetona
En ventanales cegados y atrancados.
Traviesas luces matizadas,
Que se celan entre las tupidas ramas
Que un día,
En su ostentosa belleza,
Llegaron a adornar mi cándida ventana.
Juegos indolentes y danzas macabras
Que se muestran hoy
Y ahogan el aullido del alma.
Hoy,
Despunta, entre instruidas palabras,
Una oscuridad rancia en dramas
Donde se eclipsan y agonizan indivisos
Los cuerpos extasiados entre mantos y fallas.
Hoy es hoy
Y mañana es mañana
Haya o no translucidas cristaleras
Donde se manifiesten esas verdades
Que mueran lentamente entre furiosos oleajes.
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